Un nuevo partido, una nueva hazaña.
De un lado cinco del otro cuatro, de un lado Lee Majors, el hombre biónico con estado físico superior al de la media de su edad, el atleta Don Monze que dicho sea de paso fue el único sanguíneo de los de su lado del campo.
Cuenta la leyenda que sus venas están recubiertas por licor de café al coñac lo que las mantiene bien lubricadas, la sangre no corre…se desliza.
A su lado, si se puede decir acompañándolo, el Sr. Talento Argentino, Don Pocho, que como es voz populi si el rating no lo acompaña levanta el programa y se pone a protestar como Sofovich cuando le enfocan mal el culo a uno de sus gatos.
También Bruno del cual sinceramente pensé que no venia. Minutos antes en Todo Noticias habían anunciado el avistaje de una ballena en Miramar y mal supuse que hablaban de el…tarde advertí que no era fin de semana largo, y que debería ser una mentira mas del holding de las telecomunicaciones.
Junto a ellos mi pequeño pony, deslucido, el marinero del vieytes se olvido las herraduras en el barco arenero y no llego ni a zarpar del puerto.
Y por último…y si, el sr calambre eterno, mi archirival de siempre, el cual creí que era propiedad de Marvel comic pero descubrí que solo es un mal chiste de la revista Barcelona. Ni siquiera es personaje digno de aparecer en Condorito.
Del otro lado cuatro gladiadores dignos de acompañar a Gerard Butler, el Rey Leonidas en la ya de culto película del 2006, llamada 300 en donde heroicos guerreros se enfrentan en desventaja a sus adversarios….con un Gaita aguerrido, con una mano menos para desestabilizar defensores del área rival, un Cangele sobreviviendo a dolencias musculares, un Presi acalambrado de tanto transpirar humo por su falsa cabellera y un escriba con certificado medico con fecha de vencimiento se alcanzo la gloria…esa gloria que la selección Argentina junto a Grondona tanto nos niegan…
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